En el transcurso de mi primer año como presidente de La Unión (en el que la organización cumple 97) me ha impresionado el compromiso de nuestros miembros y de nuestro personal con sus principios fundamentales, y hasta qué punto esos ambiciosos objetivos siguen siendo actuales y nos inspiran hoy.
En 1920, cuando los principales expertos en tuberculosis del mundo se agruparon para formar un frente unido contra la epidemia mundial, la tuberculosis no se trataba, no se curaba y en general no se podía prevenir. Gracias al esfuerzo hercúleo de los científicos y los promotores, a lo largo del pasado siglo, ahora la TB sí se trata, sí se cura y sí se previene.
Hoy, igual que ayer, La Unión, con sus miembros como alma, ha sido muchas veces motor del cambio, impulsando a la ciencia y a la política hacia nuevos territorios para proteger y promover la salud pulmonar. Desde el desarrollo de medicamentos nuevos para tratar la TB hasta promulgar leyes que reducen el consumo de tabaco. Nos mantenemos unidos y concentrados sobre la mejora de la salud de las personas que viven en la pobreza en todo el mundo.
La Unión y sus miembros han sido muchas veces motor del cambio, impulsando a la ciencia y a la política hacia nuevos territorios para proteger y promover la salud pulmonar.
Se ha progresado mucho, y seguimos progresando. Pero en el momento de escribir estas palabras, sigue habiendo grandes retos. La tuberculosis es la principal causa de muerte por enfermedad infecciosa y, solo en 2016, afectó a 10,4 millones de personas. El tabaquismo es la principal causa prevenible de muerte en el mundo entero. Mata a más de 7 millones de personas cada año. Y la incidencia de las enfermedades no transmisibles aumenta sin parar en todo el mundo.
Ha llegado el momento de que La Unión tome postura e incite a que otros se sumen a esta lucha contra la TB. El año 2018 nos brindará una ocasión única de plantear este reto en los más elevados niveles políticos, con la primera reunión de Alto Nivel de la ONU sobre Tuberculosis. Quisiera apremiar a todos los miembros de La Unión, su personal y sus consultores, a que empleen su pericia, su sabiduría y su compasión para aprovechar este acto, y para que, como hicieron los fundadores de esta gran organización hace casi cien años, nos unamos todos y actuemos.
Nuestro Reporte Anual de 2017 refleja cómo progresamos mediante nuestro compromiso inexorable en aras del mejoramiento de la salud pulmonar, con actuaciones significativas en todas nuestras áreas de trabajo. Nuestros miembros publicaron la segunda edición de «Mejores Prácticas para el Cuidado de Pacientes con TB. Guía para los países de renta baja», crearon un grupo de trabajo sobre TB y deontología, y lanzaron una hoja de ruta para la TB zoonótica.
Seguimos trabajando en la primera línea. Estamos ansiosos por seguir innovando en 2018 y en los años siguientes.
DR. JEREMIAH CHAKAYA MUHWA
PRESIDENTE